Por mucho tiempo, el cuerpo de Cristo ha querido negar la realidad del mundo del ocultismo, y ha minimizado la verdadera batalla que libramos como hijos de Dios. Lo sobrenatural es real. Dios es el ser sobrenatural más poderoso que existe en todo el universo. Somos sus hijos. Nosotros tenemos Autoridad, y las armas que son poderosas para derribar todo el poder del enemigo. El Señor nos ha dado dones que el enemigo ha querido copiar y falsificar en las practicas de ocultismo. En la llenura y la plenitud del Espíritu de Dios, están nuestros recursos para tener una vida sobrenaturalmente victoriosa.