La tradición de hoy, “Los escultores misteriosos” de Mariano Ambrosio Cateriano (Arequipa, 1829 - 1915), cuenta que el superior de los dominicos estaba empeñado en hacer confeccionar una imagen de Cristo Crucificado. En pocos días, dos jóvenes tenían lista la escultura. Solo una mano prodigiosa pudo hacerlo, decían los hermanos de la orden religiosa. ¿Quieren saber cómo se hizo la obra? Escuchemos el relato en la voz de los voluntarios de la biblioteca.