Nos olvidamos que también Jesús quiere acomodarse en nuestro corazón. Claro si el se acomoda es probablemente que nosotros nos sintamos incomodos. Pero vale la pena acomodarlo en nuestras vidas. Al hacer esto nosotros veremos un cambio radical en nuestros pasos. Temores huirán , depresiones y angustias se cansaran de atormentarnos porque ahora El Rey esta acomodado en nuestro entorno.