No te definen tus títulos, ni la fama o los aplausos. No te definen las palancas o los premios recibidos. Tampoco los errores y dificultades del camino. Ni siquiera tu pecado te define, eres mucho más que solo una parte en un tiempo y lugar concreto.
Recuerda, es decir, vuelve al corazón, haz memoria de donde saliste, que has logrado, en que has fallado y cuánto has aprendido. Y como dice mi cortinilla, solo nunca estás comparte tu vida en el camino y conecta tu vida al corazón.
Ojo, posdata, siempre disfrutando quien eres y lo que haces.
@peregrino_misionero