Hoy entramos en el mundo afectivo para explorar los sentimientos.: qué son, qué tan importantes son, cuál es su función y qué hace un cristiano con ellos. No le cambies.
Todos experimentamos la aHoy entramos en el mundo afectivo para explorar los sentimientos.: qué son, qué tan importantes son, cuál es su función y qué hace un cristiano con ellos. No le cambies.
Todos experimentamos la alegría, la tristeza o el enojo
Las emociones siempre están ahí, apareciendo ante cada estímulo que se le presenta, ¿qué hemos de hacer con eso que sentimos?
San Pablo nos recomienda Tened entre vosotros los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús, flp 2, 5
Tal vez suene algo inalcanzable, pero es una exhortación que vale para todos nosotros.
Jesús era alegre, iba a fiestas, como en las bodas de Canan, y cuando su amigo Lázaro murió, Jesús lloró, Jn 11, 33, una escena singular. Y si creías que el enojo solo es negativo, tanto que un pecado capital se llama ira, déjame decirte que también el enojo tiene su función, y Jesús vaya que se enojó, cuando hizo un látigo y corrió a los mercaderes del templo, pues habían convertido la casa de su padre en una cueva de ladrones. Jesús sintió miedo, tanto, ante miedo una noche antes de ser crucificado que sudó gotas de sangre, nivel fuerte de angustia. Y Jesús amó amó y amó siempre, sobre todo a los más necesitados, a los enfermos, pecadores y excluidos, sentía afecto por sus amigos y compasión y ternura ante los débiles y desprotegidos.legría, la tristeza o el enojo