Así dice Jesús en el evangelio, trabaja por lo que no se corrompe, por los tesoros que no pueden ser robados por el hombre.
Los bienes de esta tierra pronto se acaban. La materia se vende, se corrompe, se roba, se pierde, no perdura, pero si inviertes en el cielo, si acumulas felicidad y misericordia, si regalas tiempo, cariño, afecto… si amas, seguro que acumulas tesoros en el cielo.
Dios no juega contigo, no te llamó para la derrota, ni para la vida rota. Te eligió sensible, bueno, dispuesto y entregado para ser su instrumento entre los hombres.
Así que levanta el ánimo caído y no tardes en poner de nuevo la mano en el arado.
Recuerda de qué estas hecho, y vuelve a soñar enamorado. Escribe tu proyecto paso a paso y ten cuidado, te sugiero entre tus metas y procesos. Ante todo, acumula tesoros en el cielo.