Que bella actitud, de buscar a sus amigos para orar. La invitación de subir al monte, implica esta disposición de entrar en el misterio y lo sagrado de su persona.
Estando ahí, Jesús se transfigura, sus vestiduras resplandecen. Se muestra su gloria. Su divinidad. Pues hasta antes, los discípulos solo conocían su aspecto humano. Sin embargo, Jesús se muestra ahora en ambas naturalezas y habla claramente de su misión. de su próxima muerte en cruz y resurrección.
Jesús tiene claridad en lo que pasa y lo que vendrá, y acepta seguir su camino, pero sabe que no hay gloria sin cruz.
@miguel.angel.betancourt
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