La Carta Samaritanus Bonus, es el documento del Magisterio, más reciente y claro sobre la eutanasia, mal llamada como “muerte digna”. Hemos de custodiar la vida, también en aquellas realidades donde la enfermedad llega a sus fases críticas o terminales. A semejanza del buen samaritano, tengamos verdadera compasión, pues un cristiano nunca debería morir abandonado.