Los pobladores de la comunidad Cantera, en San Juan, llegaron desde todo Puerto Rico en busca de trabajo durante la primera mitad del siglo pasado. A falta de viviendas, improvisaron casuchas a orillas de la laguna San José, entonces bioluminiscente y abundante en peces. José Santiago Reíllo, maestro y veterano líder comunitario, rememora cómo la actividad humana degradó aquel brazo de agua y cómo, décadas después, la determinación y unidad vecinal ha contribuido a restaurarla.