(Salmo 49:7-8) Pero nadie puede salvar a nadie de la muerte, pagándole rescate a Dios por su vida. Tal salvación no se da fácilmente, pues nadie puede pagar suficiente. La buena nueva es para todos los hombres, nos habla de una gran salvación ofrecida gratuitamente para todos, pero solo se benefician de ella los que con todo su corazón creen que Jesús es el Hijo de Dios y lo aceptan como Señor y Salvador personal.