(Lucas 6:37)
No juzguen, y no se les juzgará. No condenen, y no se les condenará. Perdonen, y se les perdonará. Lamentablemente muchas veces somos implacables a la hora de juzgar a nuestro projimo, nos hacemos ideas erradas y descalificamos a una persona por alguna conducta que forma parte de una mala temporada. Al igual que el árbol, todos atravesamos estaciones difíciles, pero no son las estaciones lo que nos definen, sino la esencia que llevamos por dentro.