“Yo lo soñé. Me dio rabia y miedo. Siempre sintonizando la misma emisora, para soportar la espera, la larga espera de mamá. 93.1 Zm, esa música de la que no entendía ni su fecha, pero me hacía sentir que los huevos se tibiaban; Nunca duros. Afuera un estruendo. La electricidad se fue y mi radio dejó de sonar, hacía mucho calor.”