Se fue la oscuridad, la claridad doraba hasta muy lejos. Bucles de plasma cubrían la superficie, un brillo magnético era el espectáculo de nuestros días. Los átomos solares tardaron 71 horas en alcanzarlos, una atmósfera quebrada dejaba caer partículas cargadas de rayos X. La estratosfera dejó de protegerlos. Dios no existe.