Hoy es un día diferente, nada me gustaría más que sentarme y seguir hablando tranquilamente de filosofía con mis amigos y pasar un buen rato. Pero este no es un buen momento y quiero contarles el porqué. Quiero hablarles sobre qué es lo que está pasando acá en mi ciudad, Bogotá. Les comparto esta pequeña crónica sobre las primeras movilizaciones del mes de septiembre y mi experiencia en ellas. Intento con esto hacer un pequeño ejercicio de memoria y de información. Espero esto les sirva para enterarse un poquito de lo que acá se vive, de la misma manera que a mi me sirvió para poder expresar mis sentires. Sean todos recibidos con una cálida bienvenida, calor proveniente del fuego que en las calles se eleva.