Estaba más solo que un naufrago en medio del océano... oí una vocecita que me decía: -Por favor... ¡dibújame un cordero!
Un episodio dedicado al niño que tomos hemos sido en algún momento de nuestra vida y que ciertamente tenemos que rescatar para enfrentarnos a este mundo de sentido "común" o mejor dicho sentido de "adulto".
Del "Principito" de Antoine de Saint-Exupéry.