Estuvimos juntos ahí. -¿En la cruz? Creí que tú lo habías dejado solo, ya sabes: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"... Más allá de lo que él haya sentido en ese momento, yo nunca lo abandoné. -¿Cómo puedes decir eso? ¡Lo abandonaste, igual que me abandonaste a mí!
De "La Cabaña (The Shack)" de William Paul Young