Entonces respondió Elifaz temanita, y dijo: Si probaremos a hablarte, te será molesto; Pero ¿Quién podrá detener las palabras? He aquí, tu enseñabas a muchos, Y fortalecías las manos débiles; Al que tropezaba enderezaban tus palabras, y esforzabas las rodillas que decaían.