Es preciso aclarar desde un principio el significado de las palabras Reforma y Reformado. La primera era de uso corriente a fines de la edad media. Significaba la purificación interior que cada fiel habría de operar en sí mismo para restaurar su vida cristiana, y sobre todo las transformaciones que se esperaban de la iglesia en cuanto a la piedad y santidad de su sacerdocio. Pero, a partir de Lutero, la palabra Reforma designó la renovación de la Iglesia empezada en 1517 fuera de Roma, o sea en contra de la misma. Así la entendemos aún nosotros en la actualidad. A pesar de haberse opuesto entre sí los protestantes, después de formula luterana de Concordia (1580), los herederos espirituales de Zuinglio y de Calvino se declararon Reformados para distinguirse mejor de los luteranos. los tratados de Westfalia consagraron esta denominación, que se ha conservado hasta hoy.