La esencia de los grandes sistemas escolásticos del Período Medieval fue la síntesis de la Filosofía y la Revelación: la unión de la Razón y la Escritura. Guillermo de Occam atacó el uso de la Razón en la Teología, aún enseñando que la Razón sin la Revelación puede alcanzar conclusiones contradictorias a la Revelación. El énfasis de Guillermo de Occam logró dos cosas para preparar el camino de la Reforma: creó una desconfianza profunda en las construcciones y sistemas del Escolasticismo Medieval y limitó la Teología a la Revelación sola para obtener conocimiento. El resultado fue un sistema de interpretación más confiable que las especulaciones alegóricas de los Padres (Martín Lutero tuvo una educación filosófica según Guillermo de Occam).