Los evangelios fueron escritos para promover e inculcar la fe en Jesucristo. Los críticos han objetado esto diciendo que los evangelios son obras teológicas sin validez alguna en lo referente a la historia pero ¿Cómo hablar de Jesús sin tocar la teología siendo que él afirmó ser el hijo de Dios? Por tanto debemos decir que, aunque en un sentido secundario, los evangelios son obras de eminentes teólogos de la iglesia primitiva. Su contenido doctrinal no invalida su veracidad histórica. Es más, la teología se fundamenta sobre la veracidad de la historia.