El cuerpo hermoso de la novia. Este delicioso canto de amor nos recuerda que no somos tan sólo asombrosa y maravillosamente creados, sino también hermosamente hechos. El cuerpo es hechura de un Creador maravilloso. La pareja está ahora en la intimidad de su propio dormitorio, completa y legítimamente descubiertos el uno al otro. Lo que la Escritura condena es la concupiscencia, no el amor físico y verbal.