La justicia conduce a la vida porque quien la sigue vive a plenitud cada día. Además, por lo general tiene una vida más larga cuando lo hacen bien debido a dietas adecuadas, ejercicio y descanso. También, los que van hacia la vida eterna no necesitan temer a la muerte. Por contraste, el malvado no solo va tras la muerte eterna, sino además no sigue la verdadera vida en la tierra.