El camino del pecado es tinieblas. El camino del impío es tenebroso, por tanto, peligroso; ellos caen en pecado, pero no saben cómo evitarlo. Se meten en problemas, pero nunca tratan de saber si Dios contiende con ellos, ni cuál será el fin de ello. Este el camino que se nos insta a evitar.