En el camino del Crecimiento Personal es común este diálogo interno: “Podría estudiar aquél oficio que me gusta tanto, podría iniciar un negocio propio y ser mi propio jefe, pero como todos en mi familia se jubilaron trabajando para otros, estoy destinado a hacer lo mismo. Este es mi destino”.
Esta es también una creencia limitante muy recurrente, creer que nuestro destino esta escrito y no podemos cambiarlo, que somos víctimas indefensas sin capacidad de cambiar nuestra propia vida, ni crecer, ni superarnos, ni ser mejores.