Muchos padres, vemos con preocupación cuando nuestros hijos se encariñan con determinados objetos, hasta tal punto que nunca quieren separarse de ellos. Se habla entonces de objetos de apego, u objetos transicionales. Puede tratarse de un muñeco de peluche, pero también un trapito o una manta, u otras cosas. A veces, la misma función la cumple el chupón o chupete. ¿Por qué son tan importantes para ellos? ¿Y qué debemos hacer los padres frente a esta conducta?
Hoy trataremos este tema con el Psicologo Marco Rosas