Hoy, en este espacio acerca de lo que sabés sobre Misiones, tu provincia, vamos a referirnos al nombre de una localidad: Olegario V. Andrade, un municipio situado en el Departamento de Leandro N. Alem y existente como localidad desde 1924.
Olegario V. Andrade, como se la conoce, hace referencia a Olegario Víctor Andrade, un legislador, diplomático, periodista y poeta del siglo XIX que tuvo a lo largo de su corta vida, sólo 43 años, una intensa participación política y social.
Andrade había nacido en Alegrete, Río Grande del Sur, en 1939, hijo de padres argentinos exiliados por los enfrentamientos políticos de la época y criado en Gualeguaichú, Entre Ríos, donde quedó huérfano a los ocho años. Luego, asistido por sus familia estudió en el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay destacándose, por sobre todo, por su afición a la literatura y sus dotes de polemista, rasgos que conservará a lo largo de toda su vida, marcada por su posición de hombre del interior, en oposición a los intereses porteños en aquellos momentos de lucha entre, justamente, Buenos Aires y la Confederación que establece la capital en Paraná.
En 1857, cuando termina sus estudios, se casa con María Eloísa González Quiñones, una uruguaya con quien tuvo cinco hijos, entre ellos Agustina Andrade, que heredará de su padre la vocación por la poesía y es considerada la principal poetisa entrerriana del siglo XIX.
Al dejar sus estudios se dedicó enteramente al periodismo. Se trasladó a Buenos Aires y colaboró en diversos periódicos de la capital, pero luego regresó a Entre Ríos, donde continuó ejerciendo el periodismo. Inclusive Urquiza, siendo gobernador de esa provincia le ofreció viajar a Europa para completar su formación, junto a Juan Bautista Alberdi, pero Andrade rechazó la oferta y siguió dedicándose a esa actividad en Entre Ríos, trabajando en varios periódicos de la ápoca, como “El Mercantil” y “El Paraná”, hasta que pudo fundar su propio diario, “El Porvenir”, 1864, manifestándose siempre crítico con la política porteña, sobre todo, contrario a las políticas de la triple Alianza que llevaba en aquellos días la guerra contra el Paraguay.
Además de periodista, Andrade fue diputado provincial por Santa Fe, sufrió luego una persecución política que lo destituyó como legislador provincial. Antes, los 21 años, había sido nombrado secretario personal del presidente de la Nación, Santiago Derqui, llegó a enseñar historia clásica en el Colegio Nacional Buenos Aires y en 1878 fue electo diputado nacional y reelecto tres años más tarde.
Tuvo una intensa pero a la vez, discontinua trayectoria que lo llevó por las más diversas coyunturas políticas y por períodos de situaciones económicas adversas, pero en todo momento dejó su testimonio periodístico y literario y sería este aspecto, justamente, por el que se lo recuerda, porque muchísimos libros de lectura en el siglo pasado incluyeron aquel, su poema más famoso alusivo a San Martin:
“El nido de cóndores”:
En la negra tiniebla se destaca
Como un brazo extendido hacia el vacío
Para imponer silencio a sus rumores,
Un peñasco sombrío…
Recitado en cientos de escuelas en cada fiesta patria.
Hoy, su memoria es honrada por la localidad misionera que lleva su nombre.