Hoy en este espacio dedicado a qué sabés de Misiones, vamos referirnos a un personaje cuyo nombre lleva una localidad misionera: Santiago de Liniers. Un municipio en el departamento de Eldorado.
Por lo general asociamos el nombre de Liniers con un barrio populoso de la ciudad de Buenos Aires, o lo vinculamos con las invasiones inglesas de 1806 y 1807, ya que en esas jornadas Liniers fue el héroe que rechazó a los ingleses, pero aquí, en nuestra provincia, la localidad que lleva su nombre lo hace porque Santiago de Liniers ocupó el cargo de Gobernador Político y Militar de las Misiones entre 1802 y 1804.
Pero veamos un poco quién fue este personaje de tanta trascendencia en la historia argentina.
Santiago de Liniers nació en Francia, en 1753 en el seno de la nobleza de ese país, y siendo muy joven ingresó en la carrera militar. Pero, por acuerdos de aquella época, los franceses podían participar en las campañas militares de España en igualdad de derechos y obligaciones que los españoles, de modo que por el resto de su vida profesional habría de estar, no obstante ser francés, al servicio de la corona española.
Es así que en 1776 llega por primera vez al recién creado Virreinato del Río de la Plata y participa en algunas acciones militares contra los portugueses. Luego regresa a España, donde prosigue su carrera militar y doce años más tarde, en 1788 es enviado nuevamente a Buenos Aires para organizar una escuadra. Llega acompañado por su esposa y un hijo, pero a poco fallece su mujer y tres años más tarde contrae matrimonio nuevamente con una criolla de la sociedad porteña.
Cabe recordar que por ese entonces, a comienzos del siglo XIX, la región misionera se hallaba convulsionada por los ataques portugueses a los pueblos de fronteras, y ocurre que el gobernador de las Misiones renuncia a su cargo para ir a organizar un regimiento en Montevideo. Entonces, el Virrey del Pino le solicita a Liniers, en 1802, hacerse cargo de esta gobernación. Cargo que acepta en calidad de Gobernador interino de las Misiones de Guaraníes y Tapes, y para lo cual viaja a Candelaria, capital de las Misiones por entonces, acompañado por su familia, con un sueldo de capitán de navío, que era el que tenía y que se le mantiene ya que era superior al de gobernador interino.
Dos años permanece Liniers como Gobernador de las Misiones y en el regreso a Buenos Aires, posiblemente a causa de una epidemia a bordo de la embarcación que los lleva, fallece su esposa en el momento de dar a luz una criatura que logra sobrevivir.
Con esto se cierra el capítulo de Santiago de Liniers vinculado a las Misiones. Luego, como dijimos, su carrera militar tendrá un notable protagonismo durante las invasiones inglesas de 1806 y 1807, después de las cuales será nombrado por el pueblo Virrey de Buenos Aires. Pero, luego de 1810, prisionero en Córdoba por no adherir al gobierno revolucionario de Buenos Aires y permanecer fiel a la corona española, será fusilado junto con otros contrarrevolucionarios.
Hoy su nombre perdura, honrado, en esta localidad Misionera.