¿Puede un hombre ser viril y tierno al mismo tiempo sin perder su fortaleza? ¿Es la ternura una amenaza o una dimensión olvidada de la verdadera hombría? En esta conversación profunda y directa exploramos cómo la dureza ha sido malentendida como sinónimo de masculinidad y por qué consolar, llorar o mostrarse vulnerable no solo no te hace menos hombre, sino que revela una hombría más plena, más cristiana y más madura. Hablamos de Jesús, de San Maximiliano Kolbe, de San Juan Pablo II y de tantos hombres reales que supieron cargar la cruz… y al mismo tiempo consolar desde el alma. Si alguna vez te han dicho que sentir es debilidad, este episodio es para ti. Prepárate para descubrir el rostro más humano y poderoso de la masculinidad auténtica.