"María decidió estar con Elisabet, hasta el momento del nacimiento de su hijo Juan, pero, ¿Qué podrían compartir una jovencita y una anciana tanto tiempo?
Cuando dos mujeres aman a Dios, pueden complementarse y ayudarse mutuamente, logrando tener una gran comunión, a pesar de sus diferencias."
Continuemos estudiando el evangelio de Lucas y sigamos aprendiendo sobre la maravillosa gracia de Dios.