"Hoy hablaremos de este mandato Divino, dirigido a la mujer soltera, a la joven, a la doncella. Este consejo brota de lo más profundo del corazón de una mujer joven, aparentemente, recién casada, la cual, experimentando lo poderoso que puede llegar a ser el amor les hace prometer que no despertarán al amor hasta que llegue el momento adecuado. El pasaje dice literalmente: “Os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, que no despertéis ni hagáis velar al amor, hasta que quiera”"
Pr. Rodrigo Cisternas.