La palabra de Dios nos llama a vivir de una manera que no desperdicie, anule o haga inútil la gracia de Dios en nuestras vidas (2 Corintios 6:1). Otras traducciones aluden a la frase ‘sacos rotos’... “los exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios.”
Un saco roto no permanece lleno. Puede, tal vez, no estar completamente vacío, pero tarde o temprano lo que contiene es tirado o desperdiciado a causa de sus rupturas.
Muchas veces nuestra vida es así. Muchas veces nuestras malas actitudes, nuestro pecado, o simplemente nuestra falta de esfuerzo hacen que nuestras vidas sean como sacos rotos cuando Dios nos quiere hablar, bendecir y perdonar.
Ojalá y este episodio sea una bendición en tu vida.