En la Sagradas Escrituras podemos leer que San Pablo dice que algunas imágenes, cosas, o eventos en el Antiguo Testamento eran “sombras, mientras que lo real es la persona de Cristo.” (Ver Col 2:17)
Jesús es el cumplimiento de todo El plan de Dios para el mundo.
Jesús es el cumplimiento de Abel, siendo asesinado por su hermano. Jesús es el nuevo Isaac, cargando el madero para el sacrificio y ofreciéndose voluntariamente a Dios. Jesús es el cumplimiento de Moisés, liberando al pueblo de Dios de la esclavitud.
Todas estas imágenes tienen su cumplimiento en la persona de Jesucristo.
Pero, a pesar de que Jesús ya cumplió todo lo que tenía que hacer. A pesar de que con Su perfecto sacrificio, ha pagado por nuestros pecados y ha abierto las puertas del cielo para poder entrar en la casa del Padre, todo este cumplimiento no nos sirve de nada si rechazamos el regalo tan grande de la vida eterna.
“Todo está cumplido.” Jesús cumplió todo. Pero no está completo en tu vida hasta que tú aceptes a Jesús como tu Señor y tu Salvador.
Ahora te toca a ti decir “sí,” a este regalo tan grande que Jesús te ofrece. Bendiciones.