Se han preguntado ¿por qué cuando hablamos de placer nos referimos al sexo, la atracción física e incluso al orgasmo? y ¿por qué lo relacionamos con el placer masculino?. Esta vez hablaremos como la creación de este discurso de los medios, las instituciones y del hogar nos han condicionado a nunca hablar de lo que nos gusta y nos nos gusta, y que lo veamos como algo prohibido en nuestra cultura y sociedad.