El Señor, en este primer domingo de adviento, nos dice: ¡Velen! ¡Estén atentos! Él vino a este mundo y está viniendo siempre. Él nace y engendra el Reino en donde menos lo esperamos. ¡Estemos atentos!
Un mundo que salió bueno y bello de las manos del Creador, donde Cristo se encarnó (…) no es un mundo radicalmente fatal. Cristo encarnado es una gracia, una presencia y una vocación para el hombre, pero es también una promesa (…) que abre horizontes insospechados a la alegría, al optimismo y a la esperanza. Obispos Católicos de Cuba en el ENEC