Mientras comenzaba la campaña electoral para las elecciones de 1970 y las fuerzas políticas definían sus candidatos, organizaban sus equipos y comenzaban a poner en marcha la maquinaria propagandística necesaria para concurrir con éxito a los comicios, se producían a la par innumerables actos de violencia política que darían un tinte sombrío a todo el panorama político nacional.