La campaña electoral se desarrolló en un clima de bastante apertura para todas las fuerzas que concurrían a los comicios. Un repaso rápido de la prensa del período muestra que esta publicaba con libertad, sin censura alguna, noticias favorables y contrarias al gobierno. Hubo también manifestaciones y actos de todos los partidos a lo largo y ancho del país, sin que hubiese que lamentar incidentes de importancia.