Entre las acciones más destacadas de 1980 cabe mencionar los atentados fallidos que, posiblemente ejecutados por el EGP, trataron de eliminar a dos conocidas figuras del régimen, el Ministro de Gobernación, Donaldo Alvarez y el jefe de la Policía Nacional, general Germán Chupina. Se realizaron pocos días después de la toma de la embajada de España, posiblemente como represalia contra quienes se consideraba responsables por las muertes ocurridas, colocando poderosas cargas de dinamita ante el paso de los vehículos de esos funcionarios.