Pero Jesús dijo a Simón: “No temas que desde ahora serás pescador de hombres”. Y cuando trajeron a tierra las barcas a la tierra, dejándolo todo, lo siguieron (Lucas 5:10-11). También en nuestra lectura del Antiguo Testamento (1 Reyes 19:1-21), cuando Elías le llamó como profeta, “Eliseo fue a su casa, tomó un par de bueyes y los mató. Con la leña de arado coció la carne, e invitó al pueblo al banquete. Después se levantó y se fue tras Elías, y se dedicó a servirle.” En el santo bautismo, Dios ha llamado a todos nosotros por nombre para ser tus hijos y miembros de la iglesia, el pueblo de Dios según el nuevo pacto en la sangre de Cristo. Sin embargo, el llamado al oficio pastoral es distinto del llamado a la fe. No todos los fieles deben dejar sus familias y negocios para predicar la Palabra y administrar los sacramentos. La mayoría pueden dar testimonio a Cristo en sus vidas cotidianas. Otra pregunta: ¿Hay apóstoles y profetas en la iglesia hoy en día? En breve, no. Estos serán los temas para nuestra meditación.