Todopoderoso y eterno Dios, tú has fortalecido a tu apóstol Tomás con una fe firme y con la fe certera en la resurrección de tu Hijo. Concédenos esta fe en Jesucristo, nuestro Señor y Dios, de modo que nunca seamos hallados en falta ante tí. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Juan 20:24-31