Al final del versículo 5 de nuestra epístola para el undécimo domingo después de Trinidad (Efesios 2:1-10), San Pablo escribe: "Por gracia sois salvos". Pablo está hablando acerca de la conversión y la continuación de la misma a lo largo de la vida. Por medio del bautismo, morimos por causa del juicio de la ley de Dios y somos levantados como hijos perdonados. En versículo 8, el apóstol repite “por gracia sois salvos”, además, “por medio de la fe, y esto no de vosotros; pues es don de Dios”.