"Todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día. No somos de la noche ni de las tinieblas". 1 Tesalonicenses 5:5. De nuevo, una explicación. Esta frase explica por qué los creyentes no serán atrapados como por un ladrón. Los cristianos, en la medida en que todavía son pecadores, a menudo se preocupan por lo que les sucederá en el último día. Pero Pablo, por inspiración del Espíritu Santo, asegura a todos los cristianos que no serán sorprendidos, aunque no sepan el tiempo de la Parusía. "Todos ustedes", sin excepción, tanto creyentes débiles como fuertes.