En algunos momentos de nuestra vida, las circunstancias adversas, los problemas parecieran estar generando un tsunami que pone en riesgo la estabilidad familiar, la fuente de ingresos, la salud e incluso, en casos más severos, la vida misma.
El Espíritu Santo quiere capacitarnos para hacer frente a todas esas circunstancias, quiere enseñarnos y cuando sea necesario, recordarnos lo que ya nos enseño, pero ¿Qué nos enseña? Verdades que sean pilares en momentos inciertos: