Iván y yo nos conocemos desde primero de primaria y hemos tenido proyectos creando historias de terror que pronto se convertirían en historias de ciencia ficción, de como la química creativa entre nosotros hacía que nos sintiéramos chidos. Hablamos de la diferencia entre Marvel y DC en cuestión de películas y como nuestro universo de creepypastas tenía referencias a diferentes videojuegos como Halo.