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. La práctica de hoy es protección de la mente.



• A lo largo de los años, en cada tradición meditativa se ha enseñado a
utilizar los mantras. Esta palabra significa "protección de la
mente", ya que mientras se está recitando un mantra, la mente está
protegida, y evita disipar su claridad permaneciendo en un equilibrio efectivo.
La naturaleza repetitiva y a menudo sagrada de estas recitaciones puede tener
un efecto calmante y estabilizador que desarrolla coherencia en el sistema
nervioso.



• El uso de un protector mental es una antigua ciencia. A nivel clínico se
puede enseñar esta práctica a personas que necesitan calmar sus mentes, como
los pacientes que tendrán una cirugía o que están moribundos. A lo largo del
embarazo una mujer, se puede cantar un mantra como una canción de cuna para
tranquilizar a un bebé en espera, reduciendo el trauma de la transición del
nacimiento. De la misma manera, puede cantarse durante sus primeros años como
un sonido tranquilizador. Un mantra también puede ser una nana final para
muchas personas, facilitándoles la transición de la muerte.



• En el budismo tibetano, la repetición del mantra Om Mani Peme Hung
proporciona una resonancia interna que impregna el cuerpo y la mente, brindando
una sensación continua de conexión directa con la fuente de bendiciones y de
inspiración espiritual. Los practicantes cristianos pueden recitar Ven, señor
Jesús, los practicantes hebreos pueden recitar el Shalom, los sufís el Zikar.
Aunque hay fuerza en la vibración y en el sonido de los mantras tradicionales,
la intención mental al utilizarse determinará el poder y la magnitud de su
beneficio.



• Recitar un mantra no tiene por qué ser complicado. Mientras permaneces en
silencio, recita mentalmente el mantra de tu elección, concentrándote en su
sonido o en su resonancia interna. Cada vez que tu mente se distraiga, vuelve a
la recitación verbal y permanece atento a lo que estás haciendo. Puedes
enriquecer el ejercicio visualizando olas de luz que brotan desde tu corazón,
aportando luz, amor y felicidad al mundo; y disolviendo la oscuridad, el dolor
y el temor que inundan las mentes de tantos seres.



• Cuando ya has desarrollado familiaridad con esta práctica, recitar un mantra
podrá calmar y concentrar tu mente cuando estás atareado. Es un método simple y
efectivo para reforzar y desarrollar las cualidades mentales positivas en
momentos en que regularmente no se aplican, como cuando vas en coche al
trabajo, cuando estás en una línea o sala de espera, o cuando vas caminando por
la calle. De hecho, todas las actividades ordinarias pueden integrarse
fácilmente como una práctica de meditación.



• La protección de la mente es más un estado mental que una vocalización
física. En su esencia más profunda, es un estado en el que a través de una
resonancia del corazón y de la mente se llega hasta los demás de un modo
profundo, silencioso y afectuoso. Cuando la mente está ajetreada, el mero hecho
de recitar un mantra con la intención de crear una atmósfera positiva en tu
mundo interior y el mundo que te rodea puede ser muy beneficioso, ya que se
convierte en la oración del corazón.