•En la primera conciencia, somos conscientes de que todas las generaciones denuestros ancestros y todas las generaciones futuras están presentes en nosotros.Nos vemos como un eslabón en la continuidad de nuestros antepasados y como unvínculo con las generaciones venideras. Cuando nos vemos de ese modo, sabemosque, cuidando de nuestro cuerpo y mente en el presente, estamos cuidandotambién de todas las generaciones pasadas y futuras.
•En la segunda conciencia somos conscientes de todas las expectativas que sobrenosotros han depositado nuestros ancestros, nuestros hijos y los hijos denuestros hijos. Nuestra felicidad es su felicidad y nuestro sufrimiento es susufrimiento. Si observamos profundamente, sabremos lo que nuestros hijos ynietos esperan de nosotros.
•En la tercera conciencia somos conscientes de que nuestra alegría, paz,libertad y armonía suponen la alegría, la paz, la libertad y la armonía denuestros ancestros, de nuestros hijos y de los hijos de nuestros hijos. Estasno son cuestiones individuales, sino que tenemos que vivir de un modo quepermita que nuestros ancestros internos se vean liberados, y que nosotrospodamos liberarnos también. Si no lo logramos, seremos nosotros quienesestaremos esclavizados durante el resto de nuestra vida, y eso será lo quetransmitiremos a nuestros hijos y nietos. Este es el momento de liberar anuestros padres y a los ancestros que llevamos dentro. Podemos ofrecerlesalegría, paz, libertad y armonía, al tiempo que nos ofrecemos alegría, paz,libertad y armonía a nosotros mismos, a nuestros hijos y a nuestros nietos,todo lo cual no es sino un reflejo de la enseñanza del ser. Mientras nuestrosancestros internos sigan sufriendo, no podremos ser realmente felices. Cuandodamos un paso conscientemente, tocando la tierra con un sentimiento defelicidad y libertad, lo hacemos en el nombre de todos nuestros antepasados yde todas las generaciones venideras.