Eltema de hoy es Meditación para el encuentro cotidiano.
• La vida en comunidad es un pilar de laexistencia humana: somos seres sociales que nos reconocemos, aprendemos y crecemosde manera individual a través del encuentro con otros. Tejemos lazos afectivosque nos aportan seguridad, que nos encaminan hacia nuestras metas y que nosinspiran a trazarnos nuevos caminos. Pertenecer a una comunidad parte de lacerteza de que no estamos solos. La vida en conjunto teje lazos de confianzacon propósitos compartidos, construye un patrimonio común e incorpora unacultura del cuidado para lograr bienestar y armonía.
En una comunidad se comparten espacios o intereses que son la base y el sustentode relaciones que perduran en el tiempo. Por eso, esta dinámica social conllevaun mundo de posibilidades: reunir recursos para cumplir proyectos, acompañarnosen las adversidades, sentirnos seguros en el entorno, adoptar hábitos paravivir mejor, adentrarnos en el universo del otro y enriquecernos mutuamente.
Continúa relacionándote a nivel sutil con todas aquellas personas a quienes teencuentres en la tienda, en el transporte, en las calles y banquetas, en elmercado, en todo el ambiente que te rodea. No es necesario saludar verbalmente.Sólo reconoce su presencia y crea en tu mente el deseo honesto: “que tú seasfeliz”. Si eres imaginativo, visualiza que a cada uno de estos seres le envíasun rayo de luz dorada, que les esparces corazones, estrellas o burbujas decolores como si fueran confeti, mientras en tu interior sigues repitiendo “quetú seas feliz”.
•Repite este ejercicio en tu trabajo, en los espacios comunes, en tu lugar deoración colectiva. Incluye a todas las personas que veas en la vida real o enla televisión; aunque sean desconocidos, aunque vayan distraídos con susaudífonos, aunque su apariencia o comportamiento te resulten desagradables.Descubre los hilos invisibles que todos compartimos mediante nuestra meraexistencia humana. Convierte el enunciado “que tú seas feliz” en tu mantrapersonal.
•Ahora expande tu intención a todos los seres vivos que te encuentres: a lasmascotas, a los insectos, a las aves, a toda la fauna. En cada encuentro,parafrasea en tu mente “que tú seas feliz”. Si pasa un avión, piensa en elpersonal de cabina, en los asistentes de vuelo, en los pasajeros; y hasta alládile a cada uno “que tú seas feliz”. Si ves pasar un auto, una bicicleta, untren o un autobús, en tu interior expresa a cada transeúnte: “que tú seasfeliz”. Observa cómo esta actitud altruista para el bienestar ajeno puedeadoptarse como una actitud personal habitual. Evalúa el efecto que esteejercicio tiene en tu propia mente, y reflexiona sobre los beneficios quepudieran obtenerse con la práctica de este adiestramiento a largo plazo.
•Termina el día de la misma forma como lo iniciaste. Antes de dormir, pon tusmanos sobre el corazón y alégrate por el trabajo mental que hiciste durante lajornada. Permite que tu alma te abrace mientras te dices a ti mismo con unasonrisa “que yo sea feliz”.
•Conecta tu interior con una profunda aceptación de la realidad que se hayapresentado; considerando que no hay esfuerzo mayor o menor al que tú hasdecidido emplear hoy. Agradece esta oportunidad que te has regalado para elautoconocimiento y siente cómo esa energía luminosa abraza todo tu ser.