Meditación sobre la presencia.
• Ancla toda tu atención enla respiración. Mantén un enfoque sereno en el surco nasolabial, ese espacioque está justo debajo de tu nariz. Si tu mente se distrae, devuelve congentileza la atención al punto inicial.
• Observa primerotus sensaciones: siente los puntos de contacto de tu cuerpo con la superficiedonde te encuentras. Percibe la temperatura del entorno. Contempla el viento,por imperceptible que parezca. Identifica los aromas que hay alrededor y lossabores en tu interior. Escucha los sonidos ambientales y corporales. Procurano medir estos estímulos, ni clasificarlos como agradables o desagradables.Sólo acepta la realidad tal como se presenta, sin intentar cambiarla.
• Enseguida, observa los pensamientos que se vayanpresentando en tu interior. No importa si el tráfico mental es intenso, intentapermanecer a un lado como un mero testigo del flujo, sin engancharte acualquiera de estas imágenes. Procura identificar cada uno de tus recuerdos yfantasías, sin juzgarlos. Reconoce la variedad de tu contenido sin involucrarteen él; así como quien mira pasar una caravana de autos sin abordar alguno deellos.
• Posteriormente, observa tus emociones. Analiza lanaturaleza de cada sentimiento: si proviene del enfado, del hartazgo, de lasatisfacción, de la tristeza, del gozo, del deseo. Y más allá del valor moralque se le pueda dar a toda esta gama; admite con tranquilidad tu estadoemocional actual.
• Para terminar, observa todo tu ser en conjunto. Todas tussensaciones corporales, todos tus pensamientos, todas tus emociones. Percíbetecomo una máquina perfecta en funcionamiento óptimo, como una orquesta en dondecada instrumento es importante para armar una sinfonía perfecta. Siente tuconexión con todos los fenómenos que se manifiestan dentro y fuera de ti.Aprecia tu movimiento continuo a través del tiempo y del espacio. Con bondadamorosa, abraza todo tu ser interior. Y después, proyecta esta integración a tuvida cotidiana.
5. Ahora, suelta todo. Deja que tu mente descanse en unespacio donde puedas percibir con facilidad que tu cuerpo, tu mente y todo loque existe; aparece, cambia constantemente y desaparece, formando cicloscontinuos de transformación. Todos los fenómenos son vacíos en su naturaleza ysurgen dependiendo de causas y condiciones.
