UNIFICARNOS CON EL ENTORNO
Mientras estamos sentados al lado de un río, podemos escuchar y mirar elagua burbujeante, mientras contemplamos las piedras y las plantas en losalrededores. Parece que nos sentimos invadidos por una sensación de felicidad:somos uno con el frescor, la pureza y la claridad. Pero después de un tiempo,tal vez creamos que ya tuvimos suficiente; nuestro corazón se siente inquieto ypensamos en otras cosas. No nos resulta útil permanecer en un tranquilo bosquemientras nuestra mente se encuentra perdida en la rutina urbana.
Cuando estamos con un amigo, su autenticidad y cariño puede relajarnos.Pero si nuestro corazón no está con él, su presencia es olvidada y deja deexistir. Seamos conscientes para apreciar el valor de su presencia, parapermitir que sea la causa de nuestra felicidad. Si por descuido nos sentimosinsatisfechos y empezamos a juzgarle, lo perderemos. Y sólo cuando ya hayapartido, comprenderemos lo preciado que era.