La parábola de ser detective de rarezas en la infancia temprana alvearense cuando me regalaron un juguete que prendió la actitud de buscador de casos ocultos pero una situación de aburrimiento nos llevó al vandalismo junto con un amigo, con quién, a partir de un milagro aprendimos algo. Después ser detective siempre está como una actitud pero de los libros sobre todo a partir de uno, de un título, de un autor ineludible: Roberto Bolaño y sus Detectives Salvajes.