Desde niño empezó su vida circense, con muchas piedras en el camino pero convencido que era su lugar, su vida. Junto a su amigo inseparable, hizo reír a miles de chicos y grandes, sin distinción con un solo objetivo, robar sonrisas. Rodolfo junto a Pepito nos cuentan sus vidas, sus historias, sus pesares, sus alegrías y por sobre todas las cosas hablan de esa amistad que los tiene juntos hace más de 63 años.